La teoría de que este Mundial lo puede ganar un 'rookie' tiene cada vez más cabida en los pronósticos. Por lo menos en el mío.
Y dentro de esas selecciones que nunca antes han ganado este campeonato, mi favorita para lograr lo impensable es Suecia.
Una selección que llegó al Mundial con la polémica sobre la no convocatoria de Zlatan Ibrahimović. Nadie sabe que estaría pasando ahora si Zlatan estuviera en esta selección. Todo hubiese dependido de su cabeza (un planeta diferente), si sacrificarse por lo colectivo o basar en el todo su juego.
Pero también llegaba con unos números muy buenos tras la fase de clasificación, y con la etiqueta de 'matagigantes'. Ya que durante esta fase ganó a Francia, consiguió meterse en la respeca dejando fuera a Holanda y eliminó a Italia en mencionada repesca. Logros muy a tener en cuenta.
Ya en el Mundial, se encontró con un grupo complicado. Con Alemania, México y Corea del Sur, dónde presumiblemente debía jugarse el segundo puesto contra mexicanos y coreanos, pero lograron clasificarse a octavos como primeros tras ganar a Corea por la mínima y barriendo a una selección mexicana, por 3 a 0, que venía de ganar a Alemania y a Corea con solvencia. Suecia sólo perdió contra Alemania, en un partido dónde se adelantó y pudo sentenciar pero también donde Kroos culminó la remontada alemana con golazo en el último minuto.
En octavos su rival ha sido Suiza, un conjunto muy difícil de batir, y también han conseguido ganarles, con todo merecimiento ya que han dispuesto de muchas ocasiones para marcar. Quizás es el único pero de ésta selección, falta de gol. Gol que contra los suizos ha llegado con fortuna, tras un rebote, pero que ajusticiaba.
El combinado escandinavo se caracteriza por la unión de todo el equipo. Es un bloque sólido donde todos reman hacia la misma dirección.
Como conjunto se puede asemejar al Leicester inglés campeón de la Premier hace tres temporadas. Un equipo que partiendo de una base de resistencia defensiva, muy bien llevaba a cabo, se erige como un rival muy difícil de batir. Gracias a nombres como Granqvist, Lindelöf o Lustig su nivel defensivo es bárbaro, y por supuesto, con la colaboración de todos y cada uno de los jugadores.
Ofensivamente tienen las cosas claras, si no tienen opción de contraataque, buscan balones aéreos a sus dos delanteros, Toivonen y Berg, que intentarán prolongar, jugar de cara o sacar alguna falta. Faltas donde crean mucho peligro ya que las acciones a balón parado son un arma muy potente en sus opciones ofensivas.
Destacan jugador como el portero Olssen, bien en reflejos y sin tapujos para salir en las jugadas a parado, el capitán Granqvist, estandarte en defensa y capitán del equipo destaca por su fuerza y juego aéreo, además es el encargado de los penaltis, ya ha marcado dos en este campeonato, o Lindelöf, el joven central del Manchester United es una de las piezas más importantes del fútbol sueco del presente y del futuro, rápido y con gran altura, un central difícil de superar.
Pero por encima de todos, y aunque no esté haciendo un gran Mundial, exceptuando el partido de hoy, destaca Emil Fosberg, centrocampista del RB Leipzig alemán, y jugador con más talento del combinado sueco. Es pura clase, orden e inteligencia. Maneja los tiempos del partido con una tranquilidad increíble. Pone esa pizca de calidad técnica que necesita este equipo para convertirse en conjunto que, a partir de ahora, aspira a todo.
Y que, merecidamente, se encuentra en cuartos de final donde se enfrentará a un rival complicado, Inglaterra. Pero al que, mostrando la misma versión que hasta hoy, puede superar.
Mi corazón se está pintando de azul y amarillo, y mi cabeza no le impide dejar de soñar. ¿Se imaginan una Suecia campeona? Ojalá.