EL FESTÍN INGLÉS.
El partido por el cual empezaba la última ronda de partidos de la segunda tanda de enfrentamientos en las fase de grupos nos dejó con el partido con más goles del campeonato, igualado con el Bélgica-Túnez también de ese grupo. 6-1 y 5-2, respectivamente. Y es que, sin lugar a dudas, este grupo G es el más desigualado de todos.
En cambio, en la primera jornada vimos resultados más parejos. Bélgica, pese a ganar 3-0, llegó al descanso con igualdad en el marcador. Por el otro lado, Inglaterra ganó con un gol de Harry Kane en el minuto 91. ¿Y por qué en estos partidos los resultados han sido diferentes?. Pues como ya expliqué en el artículo sobre el Bélgica-Túnez de ayer, la selección tunecina salió a ganar el partido y sin ningún tipo de rigor defensivo. Pues bien, ayer Panamá hizo más de lo mismo. Salió mucho más atrevida y descubierta que en el partido contra Bélgica. Y eso le penó. Inglaterra creaba ocasiones de peligro con muy poco. Y es que cuando hay tanta diferencia de nivel jugar de tú a tú...trae problemas. Y más aún, si cada jugada a balón parado a favor de Inglaterra era como un penalti. Dos goles a la salida de un córner y una falta y otro de penalti tras claro agarrón en el área. Un equipo tan inferior necesita arroparse en las jugadas a balón parado, dónde el fútbol se iguala. Pero eso no sucedió. Mucha fragilidad. Con Inglaterra disfrutando de espacios y campando a sus anchas por el campo el resultado fue de 5-0 al descanso. Descarado.
En la segunda parte todo fue más tranquilo. Inglaterra, relajada, se limitaba a tocar y tocar, y los panameños decidieron que ya era hora de cerrar el grifo de goles encajados y formaron un bloque más sólido atrás.
Pero no todo fue tan calmado en la segunda mitad. El delirio llegó a las gradas cuando Baloy marcaba en el primer gol de Panamá en un Mundial. Los aficionados panameños celebraron en gol como si de una victoria se tratara, e incluso los ingleses se sumaron a la fiesta y celebraron el gol con ellos. Bonita estampa.
Por último, me gustaría mencionar al ahora pichichi de la competición. Harry Kane. Los de ayer no fueron su mejores goles, ni los más complejos. Pero su hat-trick le valió para colocarse líder en la tabla de goleadores. Con dos penaltis imparables y un gol de rebote, el delantero del Tottenham demuestra que todo lo que toca es gol. Nueve puro. De los de antes.
EL ORGULLO NIPÓN.
En sus debuts, Japón y Senegal habían ganado ambos sus partidos por 2-1, a Colombia y Polonia respectivamente. Se enfrentaban con la idea clara de que el que ganará estaría prácticamente en octavos de final.
El partido se desarrolló según lo esperado. Con Senegal esperando sus salidas al contraataque con su vertiginosa rapidez y con Japón, con mayor rigor táctico, madurando la jugada con el balón. Fue un encuentro de mucha igualdad, en la faceta física, Senegal era absolutamente superior, pero en la táctica y técnica, Japón dominaba. El resultado final fue de 2-2, tras Senegal adelantarse hasta en dos ocasiones y Japón logrando la igualdad.
Me gustó mucho Japón. Sin abrumarse por su inferioridad física decidieron llevar el mando del partido y nunca se vinieron abajo tras adelantarse Senegal. Con Shibasaki, Hasebe y Kagawa a los mandos, los nipones se hicieron amos y señores del balón. Destacable también el partido de Inui, que añadió es punto de descaro y desborde que la selección asiática necesita. Defensivamente se mostraron serios y sólidos durante casi todo el partido ante el imponente potencial ofensivo de los africanos. Y digo casi todo el partido porque en los dos goles de Senegal fallaron. Ocusaron una grave falta de contundencia. Sin ese pero, el partido de Japón fue magnífico.
Senegal es el antónimo perfecto de Japón. Como la mayoría de selecciones africanas, sin mucho rigor táctico, el justo para mantener lo más unidos a los jugadores para coger las segundas jugadas y lanzar los contraataques. Defensivamente se mostraron algo frágiles, sobre todo en la segunda parte donde dejaron a Japón con mayores libertades para ejecutar acciones de peligro. Pero cuando más sufrían en la segunda parte, con 1-1 en el marcador volvieron a abrir las alas de su potencial ofensivo y consiguieron ponerse por delante. Pero, como en el primer gol encajado, un absoluto desajuste defensivo les privó de la victoria con el empate de Japón.
Dos equipos con las ideas muy claras y con equipos perfectamente dispuestos para desarrollarlas, centro del campo con calidad y visión del juego para Japón y balas arriba para Senegal.
COLOMBIA PASA EL RODILLO.
Nadie se imaginaba que el resultado de este partido iba a ser tan abultado. Y es que el 0-3 a favor de Colombia fue incontestable.
Colombia salió con un equipo para dominar con el balón y Polonia, para formar un entrenado defensivo sólido y salir al contraataque. Y así fue, el guión del juego de los equipos fue según lo previsto tras saber las alineaciones.
A Colombia le costó un poco arrancar y poner en funcionamiento su maquinaria ofensiva, con Quintero poniendo la magia y creación y Falcao y Cuadrado poniendo en apuros a la selección polaca en cualquier acción. Destacable también el partido de Yerry Mina, el joven central del Barcelona demostró tener maneras para ser un gran baluarte defensivo del conjunto azulgrana en el futuro. Le tocó lidiar con una de las más feas, Robert Lewandoski, y el delantero del Bayern de Múnich apenas creó peligro. Rápido en la anticipación, imperial por arriba y mostrando personalidad y galones en la salidas de balón. Además, el risueño defensa colombiano abrió la lata con un testarazo. Notable mejoría también de Davison Sánchez y Cuadrado. Al primero, en el partido de Japón, se le vio endeble en defensa, dio mucho menos de a lo que nos tuvo acostumbrados en el Tottenham durante la temporada, pero ayer se mostró serio y contundente antes los ataques polacos. Al segundo se le exige estar a su mejor nivel. Todos los colombianos de esperan de Cuadrado a ese jugador que deslumbra al mundo con su supersónica velocidad y su inmaculado regate, y ayer estuvimos ante ese jugador. Los defensores polacos van a soñar con las internadas por banda del jugador de la Juventus durante mucho tiempo.
Y por encima de todos, quiero destacar a Juan Fernando Quintero. El media punta de River mostró una terrible personalidad para llevar los mandos del equipo ante un James físicamente diezmado y sin poder explotar sus capacidades. Quintero no se cansó de servir balones a sus compañeros para crearles oportunidades de gol. En el minuto 70 llegó su merecidas asistencia tras un magnífico pase que dejó a Falcao sólo ante el portero y donde el delantero del Mónaco definió como nos tiene acostumbrados. Primer gol de Falcao en un Mundial.
Sin embargo, Polonia mostró la misma cara que contra Senegal pese a cambiar el once titular. Un equipo abatido y sin capacidad para crear ocasiones se vio barrido por la selección colombiana. Se prevén cambios en el combinado polaco para el futuro tras la mala imagen mostrando en este Mundial. Sus miras apuntan a la siguiente Eurocopa donde tendrán que mostrar su lavado de cara y recordar a la Polonia de la pasada Eurocopa que estuvo a punto de alcanzar las semifinales.